Es necesario concienciar al funcionario que el orden
cerrado juega un papel preponderante en su básica, al crear y desarrollar
hábitos como lo son la disciplina, el respeto, la obediencia y la subordinación,
así como también la moral y espíritu de su cuerpo, de allí que el superior debe motivar a sus
funcionarios para que entiendan, que en el
más mínimo detalle es notorio y falta de disciplina, como por ejemplo el
pegar los dedos en el saludo, pegar las manos al estar en la posición de
firmes, y en los giros no levantar la pierna bruscamente. Cada detalle es la
base de la precisión y marcialidad y al mismo tiempo la clave de la disciplina,
y que la no observancia de dichos detalles, influye negativamente en la
formación del funcionario y acarrea, como consecuencia, el resabio y la
desmoralización.
Anexos
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